Durante los meses de embarazo, la futura madre hace todo lo posible para que su bebé nazca sano. Practicar ejercicio es una excelente idea tanto para la salud de la madre como para la del hijo y la natación es uno de los deportes más recomendados. Es suave para las articulaciones, puede aliviar la inflamación de los tobillos, el dolor de espalda y ayuda a evitar problemas de sueño.
El centro de gravedad de una embarazada se desplaza conforme va creciendo su vientre y es más fácil perder el equilibrio y caerse. Al estar sumergida en el agua, te sentirás más ligera y te resultará más fácil coordinar los movimientos.
Es aconsejable evitar ejercicios que requieran sacudidas, saltos o movimientos de alto impacto. En cualquier caso, si estás embarazada, antes de practicar cualquier ejercicio, consulta con tu médico.
Cuando estás embarazada, la temperatura del cuerpo asciende. Por este motivo hay que evitar el sobrecalentamiento y no hacer ejercicios pesados, especialmente los días calurosos. Y por supuesto, olvidarse de las saunas, spas y jacuzzis.
Hacer ejercicio durante el embarazo te puede ayudar a mantener el peso adecuado y ayuda a mejorar tu estado de ánimo. Tu cuerpo segrega sustancias químicas que hacen que te sientas bien, como las endorfinas y unas sustancias que actúan como calmantes, como la dopamina y la serotonina.
¡Disfruta de tu piscina!
Diego Gisbert Yanini
Piscinas Desmontables